El verdadero problema

Estoy terminando un nuevo taller con Michael Hall, uno de los más reconocidos e influyentes Coaches e investigadores del mundo. Y es invariable que cada vez que termino uno de sus entrenamientos consiga resetear algún entendimiento y cambiarlo por otro que es tan revolucionario como lógico como inimaginable como ineludible.

En esta ocasión exploramos los “problemas” y resulta que no son más que las cosas que nos separan de lo que queremos conseguir, incluso etimológicamente es justo lo que significa “algo en el camino”. Entendiéndolo de esta manera podríamos decir que los problemas son “solo problemas”, cosas que si nos estorban las podemos quitar y que además dejarían de estorbar, dejarían de ser un “problema”, si decidiéramos cambiar el punto de destino.

Sin embargo, para mí lo más valioso que me llevo de este intenso fin de semana es estar atento a distinguir el problema del síntoma del problema. Una cosa es que no me esté pudiendo despertar a las seis para ir al gimnasio y otra que no esté valorando mi salud lo suficiente. El comportamiento es el síntoma, el problema es el marco mental que lo provoca. Una cosa es que no esté consiguiendo suficientes clientes para alcanzar mi libertad financiera y otra que no termine de confiar en el producto que ofrezco.

Lo que observamos con facilidad es el síntoma, el problema, en realidad, es la creencia chafa que está detrás. La forma que hemos aprendido, heredado o escogido de ver las cosas es el verdadero problema. Cambiando eso, éste comienza a ceder ante el imbatible poder de nuestras decisiones.